Y así, me despierto, enredada entre las sábanas de mi cama, un 1 de Diciembre de 2013.
Pensativa para los demás, perezosa para mi ser.
Y así, comienzo la última etapa del año, sin ganas de levantarme y pensar que solo me quedan 31 días para poder completar todos los objetivos que me propuse cumplir hace 11 meses y que con mucho pesar, todavía no he podido completar.
Y así, me levanto yo, aficionada a las tardes sin hacer nada, amante de esas sonrisas que me llegan al corazón.
Así que, Diciembre, sé bueno conmigo por favor.